El Poseidón
El Poseidón
09.07.07 @ 15:03:04. Archivado en Sobre el autor
"Érase una vez un príncipe bueno
Una bruja horrible
Y un pirata infame.
Y había también un lobito malo.
El que maltrataba a todos los corderos.
Todas estas cosas había una vez
Cuando yo soñaba España al revés."
No sé si alguna vez se han preguntado ustedes las divertidísimas variantes que surgirían de la metáfora de la caverna si Platón hubiese sido algo gamberro y le hubiese puesto a su cavernícola colgado del revés. ¿Y si además le hubiese dado la vuelta a la cueva?
Tampoco sé si alguien recuerda La Aventura del Poseidón. Sí, ya saben, aquel barco dado la vuelta en el que los supervivientes para salir a la superficie y salvarse tenían que salir por la panza. Con el barco en posición invertida resultaba difícil guiarse, la izquierda era la derecha, para subir tenían que bajar y quien dentro del barco creía tener una visión adecuada era porque estaba haciendo el pino. ¿Les suena familiar?
Ven, Platón era un simple. España es mucho más divertida.
Lo de la cavernita y sus sombras es una pamema comparado con el pensamiento enrevesado del apañol y la imagen correcta que les da la proyección de su cerebro invertido. Esa complaciente foto fija que conocemos como pijoprogresía. Es fácil, lo consiguen gracias a su tradicional forma de despensar y argumentar contra sí mismos, tanto que, como dice Pilar Ruiz, hasta utilizan las palabras al revés.
La foto que su cerebro invertido obtiene de una realidad invertida a él le parece estupenda. Así, nuestra vicepresi de la Vega puede competir con Imelda Marcos, tan campante, sin suscitar la más mínima crítica de la izquierda. Y si la derecha dice algo, le llaman machista. Ya ven, a través de un poseidoniano razonamiento el feminismo sirve en España para justificar la ostentación, la opulencia y el derroche de los millonarios de la "izquierda". ¿Alguien lo entiende?
Del mismo modo, un tipo como Sarda, con sueldos multimillonarísimos, que ha acumulado un capital inmenso, un conocido tirano y explotador, experto en humillar a sus empleados y tenerlos todo el día acojonados, una prima donna vanidosa hasta el extremo, se permite llamar a otros fascistas y se considera a sí mismo como un tipo guay y de izquierdas. Manel fuentes con sueldos de unos cuantos millones de euros se tiene como Sarda por un majete de izquierdas. El jatorrismo ha invadido España. Y el españolito traga. Sarda se permite reírse de todo lo español y jamás ha dicho una palabra de burla hacia la Cataluña fascista de nuestros días, ni hacia éste triste País Vasco en el que cada día hay más idiotas que parecen utilizar el mismo molde que usó Javi Clemente para hacerse el vasco sin serlo.
Una supuesta roja como La Bardem reclama, y consigue, que paguemos una cuota por los CD y DVD virgen correspondientes a los ultracapitalistas derechos de autor. Ni Eisenstein ni Pudovkin, ni Lenin vieron un duro por estos Derechos de Autor que sí hicieron multimillonario a Adolf Hitler. Torrente se permite llamar chorizos a los que compran a los negratas del top manta porque le escatiman una parte de sus multimillonarios ingresos correspondientes a su capital invertido. Y esto le califica como lo que es, un capitalista. Los progres, gracias a su ideología, consiguen que sus acciones no les definan. Son caballito blanco.
España es el único lugar del mundo donde los progres tienen bula. Pueden ser capitalistas sin dejar de ser progres oprimidos. Un chollo porque esta peña tiene todos los beneficios de la riqueza y la tranquilidad de conciencia y ausencia de culpa de la izquierda. Como se entere Bill Gates deja la cosa esta de la caridad y se viene a vivir a España, a hacerle los coros a Sabina, a irse de manifa con Madrazo, Ana Belén y el Rey Midas que para entonces ya habrá aprendido a insultar a Aznar, contra quien, como en todos los países comunitaristas parecen haber dictado una fatwa. España resulta una especie de paraíso espiritual en el que hacen rebajas en la conciencia. Aquí los progres no fiscalizan.
El español es un falso infeliz. Un idiota que disfruta pensando que es un desgraciado y que tiene todo para ser feliz salvo su empeño en ver lo contrario. Los apañoles están enganchados al victimismo. Les angustia la felicidad. Huyen de todo tipo de satisfacción, sólo de forma teórica, claro. Unos artistas a la hora de mentirse a sí mismos.
El españolito es incapaz de analizar su propia realidad de una forma medianamente objetiva. Ellos quieren que los lobos sean buenos, las brujas guapas y los corderos unos matones. Pero ocurre que casi siempre las cosas son como son. Nadie, ni siquiera un españolito, se compra un playboy de brujas, y menos de esos olentzeros femeninos que por aquí pululan. Y tampoco se sabe de ningún pobre lobo que haya sido devorado por feroces corderos.
En el Poseidón, como en España no hay quien se aclare. Me descojono yo de la caverna de Platón, del bosque de Pulgarcito y hasta de Teseo y su laberinto con Minotauro. ¡Pan comido! Y también me río de los dragones medievales, de los tiburones de 12 metros y de las invasiones extraterrestres. Valiente chooooorrada.
Incluso la aventura del Poseidón me parece un reto blando, porque sólo luchaban contra los elementos, nosotros tenemos que vérnoslas con el que es, sin duda, el más terrible de los monstruos. Nuestro laberinto está habitado por un monstruo de verdad. Porque nada hay más tremebundo que los idiotas. Y parece que nos han tocado en su variante más letal: los de buena voluntad. El reto no deja de ser tentador. Nuestra tarea es doblemente épica porque mientras los elementos naturales siguen unas reglas invariables, la estupidez es impredecible. Y si salimos de ésta, los cronistas escribirán una épica del ridículo digna de competir con las grandes mitologías: La Historia de Apaña.
Yo creo que en una realidad de panza como la que nos ha tocado en suerte lo mejor sería encontrar unos dirigentes capaces de guiarse por los vericuetos de esta lógica invertida. Y no necesitamos ni un Hércules, ni un Ulises, ni a Superman. Porque, por mucho que pienso entre todos los personajes conocidos, reales o no, sólo encuentro a alguien lo suficientemente capacitado para esta inmensa tarea. Solo él podría guiarnos en esta maraña absurda. El hombre imprescindible. Nuestro líder. Groucho, te necesitamos.
Que nadie lo niegue, España es el laberinto más fascinante.
Saludos varios
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